viernes, 8 de febrero de 2013

La bisagra

Creo que estoy en un momento bisagra en mi vida.

He pasado 42 años en este mundo, he luchado muchas batallas que no eran mías, he tratado de encajar en esquemas y formas de vidas de otros sin terminar de encajar nunca, he buscado ser yo misma pagando un alto costo por ello, he buscado mi lugar en el mundo pasando por varios países, he intentado no dejar de crecer nunca, aprender siempre algo valioso, entregar lo que pudiera en cada momento, disfrutar lo que tenía a la mano.

He buscado vivir hondamente el amor, el sacrificio, la entrega, la moralidad, los ideales... y en esa búsqueda me perdí un poco de mí misma, porque mis parámetros estaban fuera de mi identidad... siempre fuera. Luego empecé a reconciliarme conmigo misma y a aceptar que sólo yo puedo ser yo misma, que sólo yo puedo saber qué es lo mejor para mí, que si yo no me amo y me respeto nadie lo hará... y así, al aceptarme, aprendí a valorarme y quererme, a darme mi lugar...

Siento que en estos 42 años tuve momentos intensos, momentos sufridos, momentos alegres, momentos de satisfacción, momentos de frustración, momentos aburridos, momentos desafiantes... también conocí gente muy especial, personas muy valiosas que me enorgullece poder llamar mis amigos. Abrí mucho mi mente y mi comprensión del mundo se amplió conforme conocí diferentes realidades, culturas y personas. Crecí intelectual y profesionalmente, desarrollé muchas habilidades distintas y me entretuve inventando cosas.

Varias veces tuve que torcer mi rumbo, abandonar el camino elegido, recomenzar sin saber hacia dónde, decir "me equivoqué" o reconocer "no soy feliz"... En resumen, estos 42 años, si bien tuvieron elementos positivos, muchas veces se me han hecho cuesta arriba.

Hoy, después de 42 años, he llegado a un presente en mi vida con el que estoy contenta. Contenta en todos los sentidos posibles.

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