miércoles, 26 de diciembre de 2012

Vivir o resistir


Se acerca fin de año, y en mi entorno se vuelven a escuchar las frases de siempre: “este año me mató”, “que termine de una vez este año maldito”, “esperemos que el próximo año sea mejor”, etc. Hace años que vengo observando este fenómeno, y me pregunto qué culpa tienen los años, o qué diferencia hace un número en el calendario cuando se trata de suerte, éxito o desdicha de las personas…


Una persona cercana a mí, desde hace 3 años repite en noviembre-diciembre que éste fue un año terrible para ella, que ojalá se termine pronto, y que espera que el año que viene sea mejor. Cuando le escuché la misma perorata este año por tercera vez consecutiva le hice ver que no podía ser “el año” el culpable, ya que los últimos 3 habían sido igual, y que tal vez había algo en su vida que no estaba del todo bien… Obviamente a nadie le gusta que le digan esto, y se me armó todo un problema por mi comentario.

Yo creo que todo depende de cómo asumamos la vida. Si la vida es para nosotros un devenir fortuito de acontecimientos regulados por caprichosas fuerzas cósmicas externas a nosotros que nos determinan la existencia, claramente podremos echarle la culpa al año, al clima, a la mala suerte y a las cosas que “nos pasan” que no nos permiten ser felices, nos quitan libertad, etc. Pero si decidimos vivir la vida como una conquista personal, cada evento será una oportunidad para APRENDER. Necesitamos aprender tantas cosas en esta vida…
  • Aprender a amar y dejarnos amar
  • Aprender a aprender todo el tiempo
  • Aprender a disfrutar de cada momento
  • Aprender a compartir lo que somos con quienes nos importan
  • Aprender a dejar huella en cada cosa que hacemos
  • Aprender lo más difícil: ser feliz siendo nosotr@s mism@s.


Yo en particular decidí hace muchos años vivir de esta manera, y estoy feliz porque durante el 2012 tuve muchas dificultades, tropiezos, dolores y trabajo agotador… pero tengo la certeza de haber logrado aprender de estas 6 formas.

Hoy sé que soy mucho más “yo” que hace 12 meses, sé amar y vivir mucho más y mejor, entregué lo mejor que pude de mí misma incluso a personas nuevas que conocí, tomé las decisiones necesarias para seguir buscándome a mí misma y poder dejar mi aporte en este mundo… y decidí más que nunca en mi vida, ser feliz aunque cueste muchísimo (porque pucha que cuesta) y para eso me desprendí de muchas aparentes seguridades y comodidades a las que estaba aferrada.

Si todo hubiera salido como yo pensaba al iniciar el 2012, me hubiera perdido de vivir tantas cosas... pero especialmente me hubiera perdido de descubrir la fuerza interior que tengo, de lo que soy capaz, y los sentimientos que latían tan adentro mío que no me daba cuenta, y que hoy me hacen muy feliz.

Gracias a mí misma, el 2012 me deja muchísimo y estoy agradecida por eso.

1 comentario:

Walter Albrecht dijo...

Oh... hace tiempo que no entraba en tu blog... realmente muy cierto e interesante lo que cuentas... tenemos tanto por aprender, y depende de nosotros aprovechar, aprender y seguir creciendo en todos los sentidos... y no es algo que dependa mágicamente del año.

Un abrazo grande