Hace un rato, después de pasar los controles, fui directo a "mi" sillón de los chinitos, a disfrutar de 5 minutos de masajes automáticos por un dólar. Hace un tiempo ya que descubrí este servicio, y desde entonces, vengo siempre con la moneda en el bolsillo, preparada.
Cómo no pensar en Flor, que me viene prometiendo una sesión de shiatsu desde año nuevo... ocasión en la que nos reimos mucho cuando yo le explicaba cómo funcionaba el sillón que yo bauticé "los chinitos". Es que uno siente, literalmente, unas manos que salen del tapizado y "te tocan toda". Yo la primera vez me imaginé que eran esforzados chinitos haciendo shiatsu, todos acalorados adentro del sillón, para ganarse su dólar. Y desde entonces, no me puedo sacar la imagen de la cabeza, de tener a 6 tipos trabajando para mí. Ah, son 6, porque te hacen masaje en 3 lugares a la vez, de los dos lados del cuerpo. Se necesitan 12 manos para eso.
Son buenísimos los chinitos del aeropuerto de Santiago.
Desde entonces, busco los sillones en todos los aeropuertos, pero en los 6 que he visitado últimamente, no encontré. En México busqué algo parecido, y sólo encontré en un centro comercial, unos sillones que no son tan buenos, y que te hacen masajes (no shiatsu, ojo con la diferencia!) por dos minutos, a un tercio de dólar. Los niños van y ponen la monedita porque les divierte que el sillón vibre, y cuando les da nervios se bajan asustados... nadie lo usa bien, relajándose, respirando hondo, aprovechando el peso del cuerpo para que el masaje te sirva más. Decepcionante, sobre todo después de conocer a mis chinitos de Chile.
2 comentarios:
Me siento desafiada por tus chinitos!
Jajaja!!! Flor, yo confío en vos y tu shiatsu, eh? Espero poder ponerme en tus manos la semana que viene, ¿cómo estás de tiempo?
1 dólar está bien? jajajaja...
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